martes, 6 de julio de 2010

México, siguiendo la Ruta de la Plata


México es uno de los primeros productores mundiales de plata y el país donde se encuentra la mina de plata más grande del mundo. Son legendarias las historias de aquellas rutas abiertas a lomo de mula para trasladar el precioso metal desde las minas de Zacatecas hasta la Ciudad de México, durante el virreinato, y no menos legendaria la habilidad de sus artesanos para transformar el material primigenio en joyas de rara hermosura.

Entre muchas otras, cuenta una de las tradiciones populares que en el siglo XVI un fugitivo de la cárcel de Zacatecas llegó hasta las primeras estribaciones del Nevado de Toluca, mientras buscaba un sitio seguro donde esconderse: allí, protegido por la suavidad del clima y la riqueza de la vegetación, se refugió de los ojos curiosos que lo perseguían. Hasta que un tiempo después descubrió por azar una veta de plata, que sería el origen de su libertad –concedida por el virrey a cambio de conocer la ubicación de la veta– y de su fortuna. Historias así jalonan la Ruta de la Plata, un itinerario turístico que hoy atraviesa a grandes rasgos el centro del país desde la capital hasta Zacatecas, deteniéndose y desviándose hacia ciudades y pueblos de belleza colonial, cordialidad a la mexicana y arraigadas tradiciones.