Este destino, ofrece múltiples atractivos turísticos, ciudades coloniales encantadoras y bellos paisajes en toda su geografía, son algunos ejemplos, pero hoy nos detendremos en el mejor enclave natural que ofrece este país, y si claro, me refiero a Machu Picchu, una de las maravillas del mundo.
Antes de comenzar nuestro recorrido por estas imponentes ruinas arqueológicas, conviene saber como es el clima de Machu Picchu, y al respecto, debo informarte que es bastante lluvioso en todos los meses de verano, de diciembre a marzo. Si quieres disfrutar de días soleados, entonces deberás viajar entre los meses de mayo y septiembre.
Localizada a 130 kilómetros al noroeste de Cusco, ha sido declarada por la UNESCO, en el año 1.983, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Esta imponente ciudad inca, se cree que ha sido construida entre los años 1.400 y 1.500.
Cómo llegar:
Desde Cusco, se puede tomar un tren (3 horas de viaje), otras de las opciones es el helicóptero (30 minutos de viaje) o a pie, un recorrido que toma 4 días a través del “Camino del Inca.”
Qué ver:
Templo del Sol: se trata de una construcción semicircular, que cuenta con dos ventanas y una puerta labrada. En la época de los incas, sólo podía ser ocupada por los sacerdotes y por el Inca.
Las Plazas: formada por cuatro parcelas de diferentes tamaño, de las mismas, se destaca la Plaza Mayor, la cual cumplía funciones sociales y religiosas.
Roca Sagrada: es una piedra monolítica de 3 metros de altura, y se cree que se la utilizaba como uno de los lugares en donde se celebraban los ritos.
Mausoleos y tumbas: lugar de ofrendas y de adoración a las momias de las autoridades incaicas.
Por supuesto, existen muchas más edificaciones y monumentos interesantes por visitar en Machu Picchu, pero es mejor que los descubras tú mismo.
Imagen: Machu Picchu de matito en Flickr
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